La crítica de Amartya Sen al enfoque del PIB como medida del desarrollo
Por Belén Vargas
El enfoque del PIB ha sido utilizado durante décadas como una medida estándar para evaluar el desarrollo económico de un país. Sin embargo, el economista y filósofo Amartya Sen ha cuestionado la eficacia de esta medida y ha propuesto un enfoque más holístico y centrado en las personas para evaluar el progreso humano. En su obra "Desarrollo y Libertad", Sen argumenta que la medición del desarrollo debe ir más allá del crecimiento económico y debe tomar en cuenta otros factores importantes para el bienestar humano, como la salud, la educación, la equidad y la libertad individual.
En su crítica al enfoque del PIB, Sen señala que esta medida no tiene en cuenta la distribución de los ingresos, la desigualdad y la exclusión social, lo que puede llevar a la inestabilidad social y política. Además, el PIB no distingue entre el valor de las actividades económicas que benefician a la sociedad y aquellas que son perjudiciales para el medio ambiente o la salud de las personas. Por lo tanto, el enfoque del PIB no refleja la calidad de vida de las personas ni las condiciones sociales y ambientales que afectan su bienestar.
Sen argumenta que el desarrollo debe ser evaluado a partir de la perspectiva de la libertad individual y la igualdad de oportunidades. Para él, el verdadero desarrollo es aquel que promueve la capacidad de las personas para ejercer sus derechos y alcanzar su potencial humano. Por lo tanto, el enfoque del desarrollo humano de Sen incluye medidas de la calidad de vida, la participación ciudadana, la igualdad de oportunidades y la justicia social.
En lugar de centrarse únicamente en el crecimiento económico, Sen propone un enfoque multidimensional que incluya indicadores como la mortalidad infantil, la tasa de alfabetización, la desigualdad de ingresos, la participación política, el acceso a servicios de salud y educación, y la libertad individual. Estos indicadores permiten medir el progreso humano de manera más completa y justa, y evaluar la calidad de vida de las personas y la equidad en la distribución de los recursos.
Para concluir, el enfoque del PIB como medida del desarrollo económico ha sido criticado por Amartya Sen y otros economistas por no tener en cuenta factores importantes del bienestar humano, como la salud, la educación, la equidad y la libertad individual. El enfoque multidimensional propuesto por Sen permite una evaluación más justa y completa del progreso humano, que incluye medidas de la calidad de vida, la participación ciudadana, la igualdad de oportunidades y la justicia social. Por lo tanto, es necesario replantear la medida del desarrollo y adoptar un enfoque más humano y centrado en las personas.
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